miércoles, 16 de enero de 2008

¿Y ahora?

Si han llegado hasta acá es porque son muy desocupados curiosos. Como se habrán dado cuenta, y si no, se darán cuenta de todas formas, es mi primera entrada de mi primer blog, así que me encuentro como el escritor novato frente a una hoja en blanco, sólo que lo que tengo en blanco es un campo de texto; así que espero no cometer muchas novatadas.

Mi intención de abrir este blog es relatar mi diario vivir con un bicho, negro y con pico para más señas, que desde hace un tiempo se me metió en mi PC y no se creo que se vaya jamás. Antes de que llamen a la Sociedad Protectora de Animales, por si no la han pillado, hablo de Linux, no es que haya comprado un pingüino en el mercado negro y lo tenga viviendo en mi refrigerador.

Como la mayoría de nuevos usuarios de Linux, llamémonos neolinuxeros, cada día se descubre algo nuevo en este excelente sistema operativo, así que porqué no documentar no solo mis experiencias acerca de Linux, si no también otras que me robaré tomaré prestadas de otros blogs y noticias. Espero me ayuden en esto y me manden mucha información acerca de Linux para usuarios nuevos.

Quizá este blog no le interese a nadie expertos en Linux, pues como soy nuevo, trataré de publicar información para quienes están a mi altura o más abajo en la escala del usuario de Linux, pero si pueden aportar información interesante, bienvenida sea.

Ahora un poco de mi y de cómo comencé con este asunto: soy estudiante de sistemas, colombiano, joven, guapo y muy inquieto en cuanto a software se refiere, y ahora soy un apasionado por Linux. Hace un tiempo era el típico luser de Windows: creía que no existía nada más fuera de la burbuja que Papá Gates construyó a nuestro alrededor, y que aprender otra forma de hacer las cosas en una computadora, aún si el resultado era mejor, era perder el tiempo. ¿Les suena familiar? es que así es el 90% de los usuarios.

Un día (hace 4 años) mi jefe me "invitó" a que "voluntariamente" reemplazara actividades inútiles como descansar y dormir en las noches, por buscar una solución que sacara la empresa del lado oscuro e ilegal del software (la piratería) y la encaminara por el camino del bien y la legalidad, sin que tuvieran que sacar un peso de sus bolsillos. "Que un tal Linux hace eso". ¿Linux? ¿Eso no es el arremedo de DOS que inventó un hacker de apellido Torovolos? Muy de mala gana investigué y concluí que: "Linux no servía para la empresa, punto". Sin embargo, ya me había contagiado de pingüinitis.

Pensando que posiblemente perdería el tiempo, un año mas tarde probé Suse 9 y Red Hat y descubrí la verdad: tenía razón, perdí el tiempo. Quizá fue mi inexperiencia o mi indisposición, pero nunca me funcionaron bien. Sin embargo, a pesar del suplicio de instalar un programa o configurar el hardware de mi vieja placa Intel, descubrí características y una filosofía bastante interesante en Linux.

El año pasado me decidí nuevamente a probar y ahora si que creo que no volveré atrás. Quizás muchos novatos se sientan identificados cuando les diga que llegué a tener 4 distros y un Windows XP metidos en un disco de 80GB. Debian, Mandriva, Ubuntu, Kubuntu, OpenSuse y hasta PCLinux pasaron por mi disco. Hoy, un poco mas ducho me he decantado por Linux Mint, que tiene un acabado profesional y bonito, como único sistema operativo y los demás virtualizados. Pero bueno, eso serán otras historias.

Ahora lo más aburridor aún, las normas de los comentarios. Este blog no lo quiero moderar pues no lo leerá nadie confío en los lectores. No se trata de desprestigiar otros sistemas operativos, aunque sepamos que son muy inferiores a Linux, ni de pelear si X o Y es mejor, sino de aprender un poco. Así pues, ya tengo mucho que escribir en mis ratos de ocio en la oficina cuando no está el jefe libres.

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